Repsol marca un hito en la descarbonización del transporte en la Península Ibérica con el comienzo de la producción a gran escala de combustibles renovables en sus instalaciones de Cartagena. Esta planta, la primera de la Península Ibérica dedicada en exclusiva a la producción de combustibles 100% renovables y en la que se han invertido 250 millones de euros, tiene una capacidad de producción de 250.000 toneladas al año. Puede producir diésel renovable y combustibles sostenibles de aviación, que se pueden utilizar en cualquier medio de transporte: automóviles, camiones, autobuses, barcos o aviones, aprovechando las infraestructuras existentes de repostaje.
El combustible renovable se produce a partir de residuos orgánicos, como el aceite de cocina usado o residuos agroalimentarios, dando una segunda vida a este tipo de materiales. Es una solución rápida y eficiente en coste para la descarbonización de todos los sectores del transporte.
La producción de combustibles 100% renovables de Cartagena permitirá evitar la emisión de 900.000 toneladas de CO2 anuales, al suponer una reducción del 90% de las emisiones netas de CO2 en comparación con el combustible de origen mineral que sustituye por la menor intensidad de carbono del combustible renovable.
El director del complejo industrial de Cartagena, Antonio Mestre, ha resaltado el hito que supone para la compañía comenzar la producción a escala industrial de combustibles renovables 100%: “Hemos sido pioneros en la puesta en marcha de la primera planta en la Península Ibérica, aplicando tecnología de vanguardia. Es un ejemplo de cómo en Repsol somos capaces de liderar la transición energética y aprovechar nuestro conocimiento, y experiencia, para ofrecer, a todos los segmentos de la movilidad, una alternativa real para avanzar en la descarbonización, a través de un combustible en el que desaparece completamente el origen fósil, y que permite reducir la huella de carbono de manera inmediata”.
Mestre ha destacado el gran trabajo realizado por los profesionales de Repsol y de empresas auxiliares que han participado en la nueva planta, así como el excelente desempeño en materia de seguridad durante los trabajos de construcción y puesta en marcha. Ha añadido que “gracias a ellos y a la apuesta de Repsol, el complejo industrial, Cartagena y la Región de Murcia refuerzan su liderazgo en el sector energético europeo”.
La nueva planta de combustibles renovables supone un hito en la transformación industrial de Repsol y evidencia su apuesta por la industria, la generación de empleo de calidad y por ofrecer soluciones que incrementan la independencia energética de España.
Los combustibles renovables, una solución para reducir emisiones en la movilidad
Los combustibles renovables son ya una opción para avanzar en la movilidad sostenible. Con la puesta en marcha de esta planta en Cartagena, Repsol ofrece una solución real para reducir las emisiones en los desplazamientos.
Estos combustibles renovables son desde el punto de vista de calidad y funcionamiento en los motores, equivalentes a los convencionales a los que sustituyen. La diferencia entre ambos es que se fabrican de forma sostenible, reemplazando la materia prima convencional, de origen mineral, por materias primas sostenibles tales como residuos orgánicos, como el aceite de cocina usado o la biomasa.
Así, Repsol aplica la economía circular en sus procesos y productos dando una nueva vida a estos residuos, ofreciendo a la sociedad un combustible de baja huella de carbono. Se trata, por tanto, de una solución ya disponible, inclusiva y eficiente en costes para reducir las emisiones netas en el transporte, y complementaria a otras soluciones como la electrificación o el uso del hidrógeno. Además, son compatibles con el parque móvil actual y con las infraestructuras de distribución y repostaje existentes, por lo que pueden utilizarse de manera inmediata sin acometer inversiones adicionales.
Repsol ya tiene alianzas con compañías líderes en el sector del transporte pesado por carretera en España y Portugal, como Scania, Grupo Sesé, XPO, Serveto, Havi, Joanca, Carreras, Rhenus y Luis Simoes, que cuentan con clientes finales como Coca Cola, Freixenet y Seat; con empresas del sector del transporte de pasajeros en España, como Alsa y Avanza; y con navieras como Royal Caribbean. Para impulsar el uso de combustible sostenible de aviación, Repsol ha firmado importantes acuerdos con compañías aéreas, como Iberia, Ryanair, Vueling o Air Europa para vuelos comerciales. La Patrulla Águila demostró la eficacia de este tipo de combustibles en el desfile de la Hispanidad de octubre de 2022.
El despliegue de este tipo de combustibles también ha llegado a las estaciones de servicio de la compañía en la Península Ibérica. En la actualidad, Repsol suministra combustible 100% renovable en más de 140 ubicaciones en las principales ciudades y corredores de transporte de España y Portugal. El objetivo de la compañía es llegar a las 600 a finales de este año y a 1.900 en 2027.
Repsol tiene como objetivo alcanzar una capacidad total de producción de combustibles renovables, incluyendo hidrógeno renovable y biometano, de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y hasta 2,7 millones en 2030, y liderar el mercado de este tipo de combustibles en la Península Ibérica.
A la nueva planta de Cartagena, cuya producción de combustibles renovables representa un 5% de su producción total de diésel o un 17% de su producción de queroseno, se sumará en 2025 una segunda en Puertollano. Tras una inversión de 120 millones de euros, se reconvertirá una de las unidades del complejo industrial que producirá 240.000 toneladas de combustibles renovables. Repsol también prevé replicar este modelo en un tercer centro industrial en España antes del año 2030. La compañía también apuesta por los combustibles sintéticos o e-fuels, que se producen a partir de hidrógeno renovable y CO2 capturado de la atmósfera, con un proyecto de planta de demostración industrial en las inmediaciones de Petronor.
Repsol cuenta con uno de los sistemas de refino más eficientes de Europa gracias a la inversión de aproximadamente 1.000 millones de euros al año de promedio a lo largo de la última década, en la que la Unión Europea ha perdido 24 refinerías, en torno al 10% de su capacidad de producción de los combustibles que se usan mayoritariamente en el transporte por carretera.
La compañía reivindica así su compromiso con el empleo industrial en la Península Ibérica, que está mejor remunerado que el de otros sectores y fomenta la inversión en tecnología e innovación. Las refinerías de la compañía emplean a 28.000 personas, entre empleos directos, indirectos e inducidos.
El Plan Estratégico de Repsol para el periodo 2024-2027 contempla inversiones de hasta 6.800 millones de euros en los negocios industriales de la compañía, de los cuales un 44% se dedicará exclusivamente a proyectos bajos en carbono, condicionados a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España, que incluyen iniciativas de combustibles renovables, biometano, hidrógeno renovable y gasificación de residuos, entre otros.
Un proyecto pionero que dinamiza la economía local
La ampliación de las instalaciones del complejo industrial de Cartagena para construir la nueva planta de biocombustibles avanzados ha supuesto la generación de 1.000 puestos de trabajo en las diferentes fases del proyecto y la implicación de 140 empresas auxiliares.
Por parte de Repsol, en el proyecto han participado 150 profesionales de diferentes departamentos del complejo industrial de Cartagena, así como de otros centros industriales de la multienergética en España y Portugal, generando un equipo único que ha compartido conocimiento, experiencia y buenas prácticas. La planta de biocombustibles avanzados se ha desarrollado en cuatro áreas diferentes del complejo industrial de Cartagena que abarcan una superficie de 41.500 m2. Tres de ellas están en el interior de las instalaciones de Repsol y se corresponden a la unidad de hidrotratamiento, la unidad de producción de hidrógeno y el área de depósitos para almacenar los combustibles renovables.
La cuarta zona se ubica en el entorno del Puerto de Cartagena donde ya opera Repsol. En esta área se han habilitado las infraestructuras necesarias para el almacenamiento de 300.000 toneladas anuales de residuos lipídicos que llegarán por vía marítima.
Los trabajos de obra civil comenzaron a principios de 2022, con el desmantelamiento de unidades que habían quedado en desuso en el interior del complejo industrial, y el desmontaje de 53.000 m3 de terreno. Tras este paso previo, se iniciaron los trabajos de construcción, instalación mecánica e instrumentación de las nuevas instalaciones, y el montaje de los equipos de la unidad de hidrotratamiento, el 'corazón' del proceso de fabricación de los combustibles renovables.
De forma paralela, se trabajaba en la zona portuaria para habilitar las infraestructuras necesarias para recibir los residuos orgánicos. En concreto, en dos de los seis frentes de atraque donde ya trabaja Repsol, se han instalado nuevos brazos de carga para los buques que traen el aceite de cocina usado, y se han habilitado nuevas líneas, conexiones y cuatro nuevos depósitos de 9.000 m3 cada uno, para el almacenamiento y transporte de la materia prima desde el puerto hasta el complejo industrial.
Por la dársena de Escombreras pasan de media, cada año, unos 560 buques relacionados con la actividad de Repsol, que mueven anualmente cerca de 23 millones de toneladas de materias primas y productos a granel, líquidos, sólidos y otras mercancías, y que suponen el 63% de la actividad del Puerto de Cartagena. La llegada de la nueva materia prima supondrá un incremento de los tráficos portuarios.
En el abastecimiento a la nueva planta se procesarán 300.000 toneladas anuales de residuos orgánicos, tales como aceites de cocina usados priorizando el origen nacional y europeo.
Para asegurar la creciente demanda de materias primas con menor intensidad de carbono para producir combustibles renovables Repsol ha firmado un acuerdo estratégico con Bunge por el que adquiere el 40% de tres instalaciones industriales operadas por Bunge Ibérica dedicadas a la producción de aceites y biocombustibles en Bilbao, Barcelona y Cartagena, cercanas a complejos industriales de Repsol. Mediante esta alianza, Repsol incrementa su acceso a una amplia cartera de materias primas de baja intensidad de carbono para producir combustibles renovables.
Repsol está certificada bajo el Esquema Voluntario de Sostenibilidad ISCC-EU y el Sistema Nacional de Verificación de la Sostenibilidad de España, asegurando la trazabilidad y la producción de biocombustibles sostenibles conforme a los estándares de la Directiva de Energías Renovables (RED).