El complejo industrial de Repsol en Cartagena avanza en su proceso de transformación para convertirse en un centro multienergético capaz de fabricar productos con baja o nula huella de carbono y contribuir al objetivo de Repsol de ser una compañía cero emisiones netas en 2050. A la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España y la planta de hidrógeno renovable, la multienergética suma un nuevo proyecto en su área de producción de bases lubricantes, que permitirá a Repsol seguir liderando el mercado europeo de este producto.
Este proyecto, que comenzará a lo largo del año, requerirá una inversión de 45 millones de euros hasta 2026 y conllevará la adaptación de la producción a la demanda actual del mercado, así como una mejora de las infraestructuras, mediante el despliegue de un ambicioso plan de adaptación y actualización tecnológica para mejorar la eficiencia de la producción de bases lubricantes.
Las actuaciones consistirán en la reorganización de las dos plantas actuales de fabricación de bases lubricantes con las que cuenta el complejo industrial de Cartagena, concentrándolas en una única instalación y usando el espacio que quedará en desuso para la construcción de la planta de hidrógeno renovable de 100 MW ya proyectada, en consorcio con Enagás Renovable y Engie.
La nueva configuración del área de lubricantes supondrá la implementación de mejoras en las infraestructuras actuales, los sistemas de control y los equipos dinámicos, además de una modificación de la estructura organizativa del complejo industrial, recolocando a los empleados de la planta que quedará en desuso en otras áreas de la refinería. Con este proyecto, Repsol apuesta por seguir siendo un actor relevante en el mercado europeo de bases lubricantes, al asegurar la competitividad de las instalaciones de Cartagena.
Las bases lubricantes se utilizan, fundamentalmente, como principal materia prima en la formulación de aceites lubricantes para la industria en general. Además, durante el proceso, y gracias a la elevada capacidad de conversión de las instalaciones de Cartagena, se obtienen otros productos de alto valor añadido, muy demandados en el mercado, que sirven como materia prima para la fabricación de materiales de uso cotidiano, como extensores aromáticos para la fabricación de neumáticos, parafinas de alta calidad utilizadas en sectores como el textil, el alimentario o de la cosmética, para la fabricación de tableros o velas; y betunes para pavimentación.
Repsol, en el marco de su plan de transformación para ser cero emisiones netas en 2050, avanza en otros proyectos como la construcción de una planta de hidrógeno renovable para descarbonizar las industrias de Valle de Escombreras. El nuevo electrolizador se ubicará en la parcela que quedará libre tras concentrar el área de lubricantes en un solo espacio.
Este proyecto, que cuenta con un presupuesto superior a 215 millones de euros, se está gestionando a través de un consorcio que lidera Repsol, y del que forman parte Enagás Renovable y Engie. La nueva planta, que tendrá una capacidad de 100 MW en su primera fase, se prevé poner en marcha en 2025 y evitará la emisión a la atmósfera de más de 167.000 toneladas anuales de CO2. La iniciativa, que ha sido calificada por la Comisión Europea como proyecto ‘Estratégico y de Interés Común Europeo’, contribuirá a la disminución del consumo de gas natural que utiliza la industria actualmente y, por tanto, a la consecución del objetivo marcado por la Comisión Europea de disminuir la dependencia energética del exterior.
Además, Repsol tiene muy avanzados los trabajos de construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que se situará en Cartagena, y que permitirá producir combustibles renovables a partir de residuos de la industria agroalimentaria y aceite de cocina usado. Estos combustibles permitirán reducir hasta un 90% las emisiones de CO2 y contribuirán a la descarbonización de sectores difíciles de electrificar como la aviación, el transporte marítimo o el de larga distancia por carretera.
El director del complejo industrial de Repsol en Cartagena, Antonio Mestre, ha afirmado que “los cerca de 500 millones de euros que vamos a invertir en los proyectos de lubricantes, hidrógeno renovable y biocombustibles avanzados suponen una prueba tangible de cómo nos estamos transformando para adaptar nuestras instalaciones al objetivo que nos hemos marcado de ser una compañía cero emisiones netas en 2050, y una apuesta para adecuar nuestros activos a las demandas del mercado para mantener la competitividad en entornos cada vez más exigentes”. Mestre ha añadido que “los nuevos proyectos son un ejemplo de la apuesta de Repsol por Cartagena y su desarrollo industrial a través de iniciativas punteras e innovadoras que permiten continuar promoviendo la actividad social y económica de Cartagena y la Región de Murcia”.