La inflación de la Región de Murcia frenó en octubre la dinámica ascendente que venía registrando desde junio, en parte motivado por un efecto escalón. En particular, el Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanzó una variación interanual del 3,5%, idéntica a la nacional y cuatro décimas inferior a la de septiembre (3,9%).
No obstante, para la patronal CROEM, el comportamiento es dispar entre los distintos grupos que conforman la cesta de la compra. Entre los que ejercen mayores presiones alcistas se encuentran Alimentos y bebidas no alcohólicas -con una tasa elevada, del 9,3%, pero aun así 1,3 puntos inferior a la del mes anterior, y la más baja desde marzo de 2022-, y Bebidas alcohólicas y tabaco (8,4%). En el extremo opuesto, siguen cayendo los precios de Vestido y calzado (-1,9%), y de gastos asociados a Vivienda (-7,7%), aunque en este último caso a un ritmo más contenido que en meses anteriores (en septiembre se registró un -13,2%), condicionado por la evolución de Electricidad (-21,2%).
En todo caso, la mayoría de grupos (nueve de doce) registran tasas menos elevadas que en septiembre, entre los que destaca Transporte, que pasa de 3,8% a 1,1% por el abaratamiento de los carburantes (-2,8%).
En todo caso, si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y energía, se tiene que la denominada inflación subyacente, aun siendo elevada (5,1%), queda por debajo de la española (5,2%) y alcanza su mínimo desde mayo de 2022.
En conclusión, en octubre se aprecia una moderación de la inflación, que se extiende a la mayor parte de grupos que forman parte del IPC. No obstante, parte de la misma se debe a un efecto de base, consecuencia de
realizar la comparativa con un periodo (2022) en el que la inflación alcanzó sus máximos recientes. En este sentido, aunque en el horizonte más inmediato se atisba una estabilización de la inflación, a medio plazo sería deseable una moderación adicional, especialmente del componente subyacente y de aquellos bienes de primera necesidad.