jueves. 21.11.2024

La colaboración entre el Gobierno regional y el central en materia tributaria ha permitido que afloren 2,2 millones de euros de fraude fiscal de contribuyentes de la Región que no habían sido inicialmente detectados, y que ahora han pasado a ser regularizados. Esta cooperación se ha materializado entre la Agencia Tributaria de la Región de Murcia (ATRM), adscrita a la consejería de Hacienda y la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT).

 

En concreto, la colaboración ha partido de un refuerzo de los canales de información entre ambas agencias en todos los ámbitos tributarios, desde la gestión hasta la inspección. La puesta en común y el análisis detallado de esa información compartida ha permitido identificar a contribuyentes que o bien no pagaban sus impuestos o bien no pagaban lo que les corresponde.  

 

Los 2,2 millones recuperados se desgranan de la siguiente manera: 1,5 millones en liquidaciones adecuadas del IVA gracias a información facilitada por la ATRM a la Agencia estatal; 515.000 euros liquidados en el Impuesto sobre el Patrimonio a partir de actas levantadas y remitidas por la Agencia estatal; y 203.000 euros liquidados en gestión tributaria, gracias a información facilitada por la Agencia estatal.

 

Esta coordinación, circunscrita al año 2020, es una de las actuaciones incluidas en el Plan de prevención y lucha contra el fraude fiscal del Gobierno regional, que se activó en febrero de este año.

 

La colaboración entre administraciones para lograr el afloramiento de los 2,2 millones de euros se ha basado en casi 400.000 accesos de técnicos de la Agencia Tributaria de la Región a la base de datos de la AEAT, para gestionar los tributos autonómicos. Igualmente, se llevaron a cabo casi 20.000 actuaciones tributarias de comprobación a consecuencia de los datos facilitados por la AEAT, y más de la mitad de ellos estuvieron relacionados con la correcta tramitación del Impuesto sobre el Patrimonio.

 

El consejero de Hacienda, Javier Celdrán, destacó que “la gran mayoría de ciudadanos cumplen con el compromiso que nos hemos dado para crear y sostener el Estado del bienestar, pero es cierto que unos pocos generan mucho daño. No solo restan recursos para financiar los servicios públicos, sino que, en el caso de las empresas, también ejercen una competencia desleal”.

 

Un ejemplo práctico de cómo esta colaboración se traduce en una detección del fraude fiscal lo puede representar una inspección de la AEAT que revele un patrimonio personal oculto en el de una empresa. En ese caso, se levanta acta y se remite a la ATRM para que se produzca la tributación apropiada por el Impuesto sobre el Patrimonio.  

 

La canalización de la información en sentido inverso la ejemplifica una inspección de la ATRM para la comprobación del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), en la que se detecte que la empresa no tributa correctamente de acuerdo a la actividad que realiza. En este caso, se comunica a la AEAT para que lleve a cabo la modificación correspondiente.

La CARM y el Estado 'pillan' un fraude fiscal de 2,2 millones de euros en la Región