No faltarán uvas para la Nochevieja, pero la subida de costes, los menores precios respecto a 2021, el contexto inflacionista en Europa y la bajada de producción en algunas zonas ha hecho que esta "larga" campaña de uva de mesa haya sido para los productores "difícil" y "muy discreta".
Desde la Región de Murcia -la mayor región productora de uva sin pepita- el presidente de la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas, Uva de Mesa y otros Productos Agrarios (Apoexpa), Joaquín Gómez, ha reconocido que la campaña, que "ya prácticamente ha terminado", "ha sido larga -empezó en junio-, difícil y muy discreta".
Difícil por "la situación internacional y el contexto de inflación en Europa, que han ralentizado la campaña, con una demanda muy lenta", lo que además se ha traducido en "resultados inesperados", ya que "no se han cumplido las expectativas de precios".
Pese a ello, ha indicado que el sector ha sabido reaccionar para "encarar la próxima temporada de otra manera", en un momento de "aumento de costos muy importante" que ha hecho que esta campaña no haya sido "muy positiva" para el productor y el exportador.
Gómez ha informado de que aún no hay cifras definitivas de producción de uva sin pepita -que rondará ya cerca del 75% del volumen total del sector en España-, pero sí ha avanzado que este año las exportaciones han sido "algo superiores" a las de 2021.
Sobre el anuncio de la apertura del mercado de Tailandia a la uva española, el presidente de Apoexpa ha calculado que los primeros envíos no se materializarán hasta bien entrado 2023, ya que el Gobierno tailandés firmará la autorización final para ello previsiblemente a lo largo de este mes de diciembre.
Gómez ha confiado en que, tanto la uva con pepitas como sin pepitas no faltará para despedir 2022; ya muchos racimos descansan en cámaras frigoríficas para su comercialización de cara al próximo 31 de diciembre