El Gobierno regional en funciones reclamará del nacional la declaración de zona catastrófica para las zonas de Jumilla, en especial, y Yecla afectadas el pasado martes por el fenómeno denominado ‘reventón térmico’, que originó un repentino vendaval y destrozó el 82% del cultivo de pera, con 1.000 hectáreas afectadas y unas pérdidas estimadas por los técnicos de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca que alcanzan los 8 millones de euros.
El consejero en funciones, Antonio Luengo, hizo este anuncio durante su visita a la zona afectada en la tarde del martes por un fenómeno que se produce cuando concurren una capa de aire fresco y húmedo junto al suelo, aire muy cálido y seco por encima y nubes de desarrollo vertical.
Luengo reiteró la necesidad de que el Gobierno central adopte medidas económicas urgentes para paliar los daños, que vienen a sumarse a los producidos por la sequía, que ha afectado sobre todo al Altiplano y al Noroeste, y las lluvias torrenciales y el granizo.
Antonio Luengo recordó que las lluvias torrenciales y el granizo producidos en la Región desde el 15 de mayo han causado unas pérdidas al campo murciano de más de 103 millones de euros, y entre la sequía y las tormentas, el total de pérdidas asciende a más de 173 millones de euros.
El reventón térmico ocasionó fuertes rachas de viento que, en determinadas zonas, llegó a alcanzar los 90 kilómetros por hora, como es el caso del paraje de las Rubializas, acompañadas de temperaturas de hasta 45 grados.
El cultivo afectado de forma principal y casi único es el peral, y más concretamente la variedad ercolini, y el daño principal la caída del fruto, provocada por la velocidad del viento sumada a la madurez del fruto, debido a encontrarse en las semanas centrales de recolección. En menor medida, casi testimonial, se ha visto afectada una parcela de albaricoque tardío de 2 hectáreas, con daños por caída de fruto de un 12%.
Están afectadas, en mayor o menor medida unas 980 hectáreas en Jumilla y en alrededor de 20 hectáreas en Yecla.