José Antonio Planes Valero es director de Cáritas Diocesana es profesor mercantil y Analista de Sistemas. Ha sido reconocido por Adimur con el Premio al Directivo Tercer Sector del Año 2023.
Una máxima en tu día a día, que marque tu gestión
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Una línea que no cruzarías empresarialmente
La responsabilidad. Vemos una y otra vez el daño que provoca la irresponsabilidad de un dirigente en cualquier institución.
¿Cómo fue tu reacción al enterarte de que habías ganado este reconocimiento?
Gran sorpresa y alegría, pues es un honor recibir un reconocimiento de los directivos empresariales que han sabido valorar la gestión que exige y es necesaria también en una organización del Tercer Sector, en este caso en una tan especial como es Cáritas Diócesis de Cartagena.
La labor que desempeña Cáritas tanto a nivel regional como nacional es fundamental. ¿Cuáles son los retos y desafíos más importantes de Cáritas hoy en día a nivel interno? ¿Y sus retos externos?
El gran desafío interno es seguir avanzando en adecuar nuestra organización a los retos de una sociedad más avanzada y compleja en la que siempre pierden los más débiles. Hacia afuera para que esa energía de una organización eficiente y sobre todo, cercana a las personas más vulnerables, consiga el máximo apoyo y colaboración de la ciudadanía, las empresas y la Administración.
Tras seis años al frente de Cáritas en la Región de Murcia, ¿cuál es tu motivación para seguir día a día y cuáles son tus retos de cara a los próximos años?
Mi fe en la Providencia es el gran pilar. No me planteo otra opción. Sirvo porque debo hacerlo y animo a todos a incorporarse como voluntarios a este gran proyecto. El gran reto es erradicar la pobreza mediante la educación y el empleo. E impulsar la gran labor de acompañamiento a las personas y familias que lo necesitan. También considero que Cáritas es una gran palanca de evagelización.
A nivel de gestión, ¿existen grandes diferencias como directivo entre estar al frente una compañía como Inforges y una organización como Cáritas?
Cada organización tiene sus características y retos. Los principios de buenas prácticas de gestión son universales. Cierto que Cáritas está inmersa en un importante proceso de cambio aunque esto lo he experimentado siempre. Subrayaría que estar en la Iglesia y servir a los más débiles implica un gran crecimiento personal. Cáritas ha sido mi segunda conversión.
La pandemia, las crisis económicas, la inestabilidad política… el entorno socioeconómico hace que cada vez haya más familias en situación de pobreza o exclusión social, ¿cómo han evolucionado los servicios y apoyos que la organización presta a la sociedad?
Adecuamos nuestras respuestas a los más vulnerables siempre basándonos en la observación de la realidad que nos rodea. Gracias a la cercanía, la gran capilaridad que tiene la institución, con presencia en la mayoría de territorios de nuestra querida Región de Murcia, nos permite conocer y adaptar nuestros servicios para responder con la mayor calidad y calidez a los que más lo necesitan. La labor de sensibilización es importantísima. El conjunto de la sociedad debe conocer mejor que pasa y el papel de Cáritas. Ampliamos nuestros programas para aportan más valor humano y social a los que más lo necesitan. La persona siempre al centro. Hay que romper el concepto de pobreza que se hereda.
Siempre se ha comentado que España es un país muy solidario. ¿Cuál es la relación entre Cáritas y el voluntariado? ¿Cuál es la mejor forma de colaborar con Cáritas?
El gen del voluntariado debería ser universal. La sociedad es imperfecta y siempre afecta a los más débiles. Todos estamos llamados a ser voluntarios, también con nuestras donaciones. En la página web de Cáritas Diócesis de Cartagena está toda la información y cualquier iniciativa de colaboración es muy bien recibida.