La función más evidente de la ropa es proteger nuestro cuerpo del frío, el viento, la lluvia o el sol. Pero, sobre todo, la ropa nos permite expresarnos: revela el trabajo que hacemos, nuestro equipo favorito o la música que nos gusta.
Lamentablemente el sector textil, que incluye la ropa, es el cuarto con mayor impacto en el medio ambiente y el cambio climático, después de la alimentación, la vivienda y el transporte.
El sector tiene un enorme potencial para ahorrar energía, agua, tierra y otros recursos, reducir los residuos y la contaminación y ayudar a luchar contra el cambio climático. La transformación del sector implicará que diseñadores, fabricantes, minoristas y consumidores actúen juntos para invertir la tendencia y provocar el cambio.
Como consumidores, a través de nuestras elecciones diarias, todos tenemos un papel que desempeñar para transformar la moda textil y hacerla más sostenible. Por esta razón la Comisión Europea ha lanzado la campaña Reset the trend (Reinicia la tendencia), en la que se pide a los jóvenes que se conviertan en un modelo a seguir haciendo que la moda rápida deje de estar de moda.
Estrategia de Textiles Sostenibles y Circulares
La UE cuenta con una Estrategia de Textiles Sostenibles y Circulares para crear un sector textil más ecológico. El objetivo es un cambio importante dentro de la industria y entre los consumidores, creando todo un nuevo ecosistema sostenible para los textiles a finales de esta década.
El nuevo enfoque contempla todo el ciclo de vida de los textiles y propone acciones para cambiar la forma en que producimos y consumimos textiles. Significa que todos los productos textiles deben ser duraderos, reparables y reciclables. Se generalizarán los servicios rentables de reutilización y reparación, y los productores asumirán la responsabilidad de sus productos a lo largo de la cadena de suministro.