El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, ha reconocido que el sector del curtido de piel, el más potente de la industria lorquina durante la segunda mitad del siglo XX, está “en un momento muy complicado, en una encrucijada”, y que es previsible el cierre de más fábricas y la reducción de su presencia en el municipio.
Lo ha dicho a preguntas de los periodistas tras conocerse la situación de concurso de acreededores de una de las empresas más importantes del sector en Lorca, Hijos de Juan Martínez, con una plantilla de más de 40 trabajadores y que es una de las más modernas y avanzadas del sector en España.
Sobre este caso concreto el sindicato CCOO ha confirmado que entró en concurso hace mes y medio y que en las últimas semanas se ha avanzado en una operación con una empresa de Sevilla interesada en la compra de la unidad productiva con el compromiso de mantener el 80% de los puestos de trabajo.
Más allá del caso particular, el alcalde ha dicho que la situación del curtido de piel en Lorca “no es buena desde hace años” y ha recordado que el período de crisis se inició en el año 2000 con la introducción masiva en España de proyecto curtido y acabado procedente de los mercados de China e India.
Desde entonces “el sector se ha ido reduciendo” y ha tratado de especializarse y de hacerse más sostenible, ya que requiere un elevado consumo de agua por sus propios procesos productivos y la legislación en los procesos de depuración “se ha ido complicando”.
Gil ha dicho que los empresarios del curtido de piel se enfrentan “a muchos desafíos” y espera “que perviva en Lorca y que no desaparezca del todo”.
En enero la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comarca de Lorca (Ceclor) ya advirtió del declive de este sector industrial que fue el que tuvo peor comportamiento en el último año.
Su presidente, Juan Jódar, afirmó que la mayor parte de las empresas, alrededor de una docena, estaban afectadas por esa crisis, entre ellas las compañías más clásicas, entre las que se refirió a algunas casi centenarias que no podrán continuar con su actividad.
En los años 80 del siglo XX el sector de la tenería llegó a tener 1.800 trabajadores en Lorca, una cifra que ahora no llega a los 250 operarios.
