Cuatro horas con Isaac Chocron dan para mucho. Autoridad mundial en el desarrollo de pymes y startups, exponente del aplaudido modelo de emprendimiento israelí que ha convertido en los últimos 30 años al país hebreo en una de las potencias tecnológicas planetarias, desembarca en Murcia para asumir un nuevo desafío: adaptar esta metodología a la idiosincrasia de España. Se muestra convencido de poder hacerlo y en esta extensa entrevista que ha concedido a Murciadiario desvela cómo pretende hacerlo de la mano de Zakut Innovation Hub, el proyecto que impulsa con el apoyo del empresario David Hatchwell y que apunta a convertirse en un gran agitador del ya de por sí bullicioso ecosistema emprendedor regional. Chocron, vital, lúcido y seguro del éxito en la misión que acaba de emprender, desgrana sus ideas, desmonta mitos y no evita la polémica. Su presencia en Murcia es un lujo. Una conversación con él, una delicia.
El modelo de Israel para crear startups es estudiado, admirado e imitado (al menos lo intentan) en todo el mundo. ¿Cómo nace y por qué?
Cuando termina la guerra fría, a finales de los 80 o principios de los 90, 800.000 judíos pudieron emigrar a Israel procedentes de Rusia y otros países del entorno. 800.000 profesionales son muchos para asimilar para un país que en aquel momento habitaban 3 millones de personas. ¿Cómo puedes darles trabajo a 800.000 personas? Piense en el contexto, una crisis económica internacional, muchísimas personas en situación de desempleo y geopolíticamente Israel rodeado de países enemigos. El gobierno decidió ayudar a esos rusos a crear su propia empresa. Creó el fondo Yozma de apoyo a la inversión en la creación de empresas, y el resultado fue que el desempleo se redujo a apenas un 6%.
Un sistema que crea empleo y también riqueza.
Si ves la cantidad de inversión que existe en Israel, la cantidad de exits que existe en Israel, la cantidad de ‘corporates’ multinacionales que están instaladas en Israel, todo es el fruto del ecosistema de innovación que se ha creado en Israel. No es que no haya desempleo, es que incluso antes del COVID había un déficit de 15.000 ingenieros.
¿Se puede replicar su modelo en España?
A todos los políticos españoles que me han preguntado les he dicho que adaptando el modelo de Israel a España, se puede lograr lo mismo que tenemos allí. Porque aquí tienen algo muy importante: el talento. Y, si Israel con la crisis económica de los 80 y 90 lo pudo hacer, aquí en España también se puede. Si el problema de España es el desempleo, a través de la innovación puedes crear puestos de trabajo. Y a través de la innovación puedes activar la economía, atraer inversiones y lograr que las multinacionales se instalen aquí. 7.000 corporates de las más importantes del mundo se han instalado en Israel. Google, Microsoft, Intel… están en Israel. Ahora, cuando una de estas grandes llega a Israel a comprar una startup, se acaba quedando, montando su centro de I+D en el país.
¿España está lista para este modelo?
Yo conozco el ecosistema español. Lo que hay en España no tiene nada que envidiar a lo que hay en Israel, hay muy buenas empresas porque hay muy buen talento, y además hay una ventaja competitiva ante otros países, porque el sueldo aquí en España es mucho más barato que en Israel y que en Estados Unidos. Esto se traduce en que la valoración de las empresas es más baja. Puedes verlo desde el punto de vista negativo, pero también puedes verlo desde el punto de vista positivo: si tu valoración es baja eres más atractivo para los inversores porque vas a generar mayor rentabilidad en la inversión a la hora de hacer un exit (venta de la empresa). Si tengo una valoración más baja, tengo mayor rentabilidad.
¿Pero qué falta en España?
Crear un ecosistema de innovación alrededor del emprendimiento. También ayudar a las empresas en todas sus fases, desde su fase inicial, hasta el final. En Israel una empresa con un buen proyecto consigue con facilidad las inversiones que necesita. Puede ir a una incubadora del gobierno, le dan 800.000 dólares en dos años a fondo perdido, y solo tiene que devolver el 3% si tiene éxito. Si no lo tiene, no tiene que devolver nada. En Murcia, en España, creemos que hay un buen talento, porque hay buenas universidades. Lo que hay que hacer, cuando se detecte una empresa de un alto potencial, es ayudarla en todo lo que necesite, desde la parte de inversión, desarrollo de negocios, internacionalización. No soltar la mano de la empresa… hasta que la vendamos.
¿Venderla?
Porque la única manera de generar rentabilidad a los inversiones es a través del exit. Venderla o sacarla a bolsa, pero la única manera de generar rentabilidad es esa.
Pero si genero un buen ebitda año a año quizá no haya que venderla.
Cuando un inversor invierte en una startup adquiere un alto riesgo. Un inversor no va a invertir solamente por el crecimiento de un ebitda. La única manera de generar ingresos es hacer un exit. Si tú quieres conseguir inversiones, hay que acabar vendiendo la empresa.
¿Y como se consigue ser atractivo para que una de esas grandes corporates acabe comprándote?
Desde el primer momento tienes que pensar en por qué te va a comprar una multinacional. Tienes que pensar qué pueden querer de ti Google, Microsoft o Intel. Cuando nosotros cogemos un proyecto en la fase inicial, analizamos si es capaz de llegar a ser una empresa de alto potencial. Generamos datos, análisis que hacemos en nuestros equipos en España y en Israel. Si lo es (porque tiene una idea disruptiva, una tecnología innovadora…) nosotros vamos a ayudar a esa empresa en todas las fases y en todas sus necesidades. Y ese es el concepto que implementamos aquí en Zakut Innovation Hub. Podemos ayudar a las empresas en todo su proceso.
¿Para eso nace Zakut?
Zakut nace para poder adaptar el modelo israelí a España con el objetivo de crear empresas de alto potencial. Crear un ecosistema de innovación aquí en Murcia para poder ayudar a la empresa en todo su trayecto. Empezamos en Murcia con la idea de que vaya extendiéndose por toda España.
¿Por qué deciden instalarse en Murcia?
Tengo una larga relación con Murcia. Hemos organizado diversos programas de conexión entre empresarios murcianos e israelíes durante los últimos años y cuando fui conociendo a las empresas murcianas y a sus empresarios para preparar estas visitas y estas conexiones, me di cuenta de que aquí hay muy buenas empresas. Excelentes empresas que no lograban llamar la atención fuera. Si yo no sabía de ellas estando en Madrid y gestionando fondos de inversión, imagine las grandes empresas internacionales. Fue entonces cuando decidimos empezar por Murcia.
¿Entonces ustedes, desde su nueva oficina en Murcia, se dedicarán a escuchar y analizar proyectos?
Hay varias línea de trabajo que vamos a desarrollar. Inicialmente queremos contactar con pymes que no tienen tecnología innovadora, y las queremos convertir en empresas competitivas internacionalmente a través de la innovación, la tecnología disruptiva y elevando su eficiencia. En España cuando una empresa nace, crea su plan de negocio basándose en lo que hay en su alrededor, pero cuando quiere ser competitiva a nivel internacional, se da cuenta de que por su forma de nacer se ha creado barreras. En Israel, el mercado local no es suficiente para estas empresas, por lo que, cuando nace una empresa, lo hace pensando directamente en ser competitiva en el exterior.
¿Cómo conseguir ser competitivos a nivel internacional?
Con tecnología disruptiva e innovadora. Cuando yo creo una empresa en Israel desde cero, ya pienso en la internacionalización, y muchas veces directamente en el mercado americano, europeo o asiático. En EE UU hay muchas empresas, ¿qué valor voy a aportar yo para que me compren a mí en Estados Unidos en lugar de a las empresas que ya están allí? Hay que tener esa mentalidad. Buscar la diferenciación.
¿Y eso cómo se hace?
Hace unos meses vino a verme el consejero de Economía de un Gobierno regional español, y me contó que tenía dos problemas: el primero era que la empresa grande de su comunidad tenía problemas para vender su producto en el extranjero. El segundo era que las pequeñas empresas tecnológicas no conseguían hablar con la empresa grande. Esos dos problemas tienen una misma solución. Si a la empresa grande tú le aplicas tecnología disruptiva e innovadora va a ser muy competitiva. Pero el problema de las empresas grandes es que son muy lentas para tomar decisiones, hacer I+D o innovar. Pero si tienes una serie de startups pequeñas, que son muy dinámicas, ágiles y capaces de hacer tecnología casi de un día para otro, la empresa grande puede comprarles y aplicar esa tecnología. Una de las actividades que vamos a hacer en Zakut son programas de formación y mentorización con el fin de ayudar a esas empresas grandes que hasta el momento no han introducido tecnología disruptiva y les vamos a enseñar a incorporar esas tecnologías que les van a convertir en diferenciales.
¿Y qué harán con las startups?
Vamos a ayudarles a pivotar para dar respuesta a las nuevas tendencias. Hay muchos sectores emergentes que no están bien desarrollados hasta que no ocurre algo importante, un hito. Un ejemplo. Intel compró la israelí Mobileye, que había desarrollado todo el concepto de conducción automatizada, por 16.000 M$. En el momento en el que se produjo esta compra muy pocas empresas se dedicaban a la movilidad autónoma en Israel. Pocos meses después había todo un portafolio de empresas israelíes que aportaban soluciones al sector. Y hoy por hoy todas las grandes empresas de automoción tienen un centro de investigación en Israel. ¿Por qué pasó esto? Muchas empresas dijeron “por ahí va el sector”, y decidieron pivotar su tecnología que estaba orientada a otros sectores hacia el sector de la movilidad. Otro ejemplo que tiene que ver con Murcia es el segundo mayor exit de la historia del país. Lo protagonizó la estadounidense IFF, que compró una empresa del sector foodtech que se llama Frutarom por 7.100 M$. Frutarom previamente había comprado una empresa murciana, Nutrafur. Con esta compra, también se empezó a crear un sector, el del foodtech, y hoy somos una potencia mundial en foodtech porque las empresas vieron que ese sector tenía recorrido. El último: en mayo del año pasado un cliente me pidió un informe sobre cuántas empresas de mi país ofrecían soluciones contra el COVID y descubrí que ya había 200 empresas ofreciendo soluciones innovadoras contra el coronavirus. ¡En solo dos meses! Por eso, saber pivotar las tecnologías sobre las demandas del mercado es fundamental y es algo que trabajaremos mucho en Zakut. Vamos a traer a formadores de Israel para poder ayudar esas empresas a conocer cómo incorporar tecnología disruptiva y por otro lado vamos a ayudar a las startups a pivotar sus negocios hacia nuevos mercados emergentes.
En su hoja de ruta también están las multinacionales o, como usted las llama, las corporates.
Queremos ayudar a las corporates a hacer su innovación abierta. Una empresa importante también va a ser más competitiva si incorpora tecnología disruptiva, pero muchas veces no saben hacerlo. Ellas ya tienen su negocio funcionando y facturando, y si alguien piensa en incorporar tecnologías, llega a la conclusión de que poner un centro de I+D es caro. Nosotros ayudaremos a estas empresas a introducir soluciones de innovación en lo que hacen para ser más eficientes. Una vez que nosotros entendamos los retos de las empresas murcianas, ayudaremos a introducir esa tecnología a través de tres fórmulas: creando empresas o startups que respondan a esas necesidades, buscando startups que ya existan y que puedan pivotar para darles esa solución, o buscando empresas de fuera, principalmente Israel, con la condición de que si quieren trabajar en Murcia tendrán que poner un centro de trabajo aquí en Murcia. Lo que queremos con eso es que el know how israelí venga y permee el ecosistema murciano.
Veo que para ustedes el Open Innovation es fundamental.
Nuestra visión son empresas locales en las que introduciremos innovación abierta con el conocimiento y el know how que tenemos en Israel. Ayudarles y acompañarlos para que optimicen la innovación. El Open Innovation es tan importante porque es un win-win. Las startups consiguen su primer cliente y las empresas importantes encuentran soluciones a problemas concretos. Y si acompañamos a las startups desde el primer momento, aseguramos que las soluciones que ofrecen conforman un engranaje perfecto con la necesidad de la empresa. Empiezo la innovación abierta en la fase inicial, apoyando a los dos lados, y con ello consigo romper la barrera del ‘valle de la muerte’ inicial de las startups (se llama así a ese periodo de tiempo que discurre entre que la startup logra financiación y consigue rentabilizar su actividad, un periodo en el que muchas mueren). Y lo hago sin necesidad de que la empresa invierta en la startup, porque si yo sé que tengo a una empresa que quiere un producto, y tengo una startup que tiene ese producto, y además he chequeado a través de mi método que cumple los requisitos para convertirse en una empresa de alto potencial, puedo ir a un inversor, lograr el dinero minimizando riesgos también para él, porque sabe desde el principio que la startup ya tiene clientes.
Cuando habla de analizar y chequear que una startup cumple los requisitos para convertirse en una empresa de alto potencial, ¿a qué se refiere? ¿Qué busca en una startup?
En Zakut Innovation Hub analizaremos si las empresas pueden ser de alto potencial. En otras palabras, decimos que es una empresa que obedece a criterios internacionales, los mismos que las startups de Israel, para ser invertida. Así, cuando presente el proyecto a los inversores puedo decir que esta empresa murciana se basa en los mismos parámetros que las startups israelíes, y eso estará verificado por las consultoras de ese país con las que trabajamos y les darán su aval. Un aval que genera a los inversores mucha confianza. También es una garantía para el inversor saber que nosotros estamos detrás y que no vamos a soltar a la startup en todo el proceso.
¿Cómo son las inversiones en las que están pensando?
Contemplamos que hasta 1 M€ serán inversiones locales, porque un inversor internacional no va a invertir 50.000, 100.000…, cantidades pequeñas, vamos. Un inversor internacional invertirá siempre más de un millón de euros. Dentro del ecosistema que vamos a ayudar a crear, también habrá un ecosistema financiero de inversión. Hasta ahora tú creas tu startup, y la moldeas en función de lo que te piden los bussiness angels locales que quizá pueden no tener la formación o los conocimientos sobre qué demandan los inversores internacionales, y eso puede hacer más complicado que luego haya otras rondas de inversión más fuertes. Yo lo que hago es encajar los criterios de inversores locales con los criterios de inversores internacionales. Nosotros esto lo tenemos muy asimilado porque el 70% de la inversión en Israel procede de inversores internacionales. Así, también vamos a ayudar a crear conexión entre los ecosistema de inversión locales con los inversores internacionales.
Y cuando yo quiero vender mi empresa, ¿A dónde voy?
Es una buena pregunta. ¿Cómo llego a Microsoft, Intel…? ¿Me voy a Silicon Valley? Ahí también estaremos nosotros. Porque como dije al principio, en Israel tenemos instaladas a 7.000 corporates entre las más grandes del mundo. Así, no hay que ir a Estados Unidos o a China a vender la empresa. Se puede vender en Israel, donde ya estamos conectados con estos gigantes y ya tenemos el contacto de las personas que deciden. Sabemos muy bien lo que busca Microsoft o Intel cuando quieren comprar una empresa. Ya tenemos ese know how.
Así que…
… Nosotros cerramos el gap entre corporate y startups. El problema es que muchas veces no saben hablar entre sí. Nosotros sí manejamos ese idioma. En las próximas semanas vamos a hablar con las empresas murcianas de tú a tú, para entender las necesidades y los retos de cuantas más empresas mejor. Haremos lo mismo con los emprendedores, vamos a ser muy activos.
Decía al principio que a los emprendedores murcianos les sobra talento. ¿Qué les falta?
Muchas veces les falta un ecosistema que les ayude en su proceso, y que les ofrezca formación y mentorización, justo lo que tenemos en Israel. Pero formación e información correcta. Hace poco estuve en una conferencia y el ‘gurú’ que estaba en el escenario estaba diciendo cosas que no se ajustaban a la realidad. Me dieron ganas de levantarme y decirle que las cosas no eran como las estaba diciendo, o de levantarme e irme. Finalmente opté por llamar al conferenciante discretamente y le expliqué por qué se estaba equivocando. Aquí en Zakut queremos ofrecer la información correcta, tanto en la parte de formación como en la de mentorización. Contamos con formadores y mentores nacionales e internacionales, sobre todo procedentes de Israel gracias al acuerdo que ya tenemos con la universidad de Technion, una de las mejores del mundo.
Entonces, si yo tengo una idea, ¿les llamo? ¿Cómo es el proceso?
En los próximos días Zakut va a lanzar su primera convocatoria para emprendedores. Cuando nosotros recibimos un proyecto, en primer lugar analizaremos si es una empresa de alto potencial. El criterio es que tengan tecnología disruptiva, innovadora, y que sean empresas que están en una fase de escalado o por escalar. Analizamos esta empresa en Murcia y posteriormente con nuestros equipos de Israel. Chequearemos si es una empresa que puede ser vendida en el año cuatro, cinco o seis por un valor determinado. Si la respuesta es que sí prepararé un análisis a fondo de la empresa para ver qué necesita para seguir creciendo. Si la respuesta es que no, analizaré si la empresa tiene la capacidad de llegar a ser de alto potencial si la pivoto hacia alguna otra área. Si la respuesta entonces es sí, entra también a nuestro programa. A todas esas empresas les ofreceremos una mentorización personalizada para llegar del punto A al punto Z.
¿Qué le pide Zakut a estas empresas a cambio?
Nuestra idea es ofrecer estos servicios de manera gratuita, pues somos una asociación sin ánimo de lucro. Obviamente, en cada empresa podemos detectar y ofrecer otro tipo de servicios en función de sus necesidades, porque además del mentoring y la formación podemos ejecutar diferentes soluciones. Nuestra misión es únicamente ayudar a crear ese dinamismo empresarial, e insertarnos dentro del ecosistema empresarial de la Región. No queremos tomar el territorio de otros, sino llenar un nicho donde nosotros podamos aportar. Por ejemplo, programación de fase semilla de algunas empresas. Esto ya lo hacen consultoras y aceleradoras. Obviamente ahí también podemos colaborar y aportar nuestro know how, si ellos quieren, pero no es nuestra idea inicial.
Así que quieren ser una pieza más en el engranaje.
En Israel, el ecosistema es algo que existe alrededor del emprendedor, porque cada una de las piezas que necesita se engranan como una maquinaria y funcionan de forma perfecta. Si nos permiten el resto de los interlocutores, nuestra función será ayudar a engranar todas las piezas. En España, al crearse los diferentes componentes de un ecosistema, empiezan unos a ocupar el puesto del otro, y entonces no hay un engranaje completo, y la perjudicada de eso es la startup. Nuestra idea es ayudar a la empresa en todo su proceso, no la soltaremos hasta el exit. Ya dije por qué hay que venderla: porque es la única manera de conseguir rentabilidad para el inversor.
La venta no es siempre el objetivo del emprendedor.
Es un poco difícil de entender para la cultura española y la cultura latina. Muchos emprendedores pensarán que “es mi bebé”, o que “yo sufrí por ella”. Pero tienes que entender que si no quieres vender, tu instrumento financiero debe ser otro, no la inversión. La única manera de que un inversor invierta es garantizarle la rentabilidad. El inversor mete en ti un euro y quiere lograr dos, y tu empresa es el mecanismo para generar esa ganancia. Es triste decirlo, pero tu empresa es un producto financiero para que otros ganen. Si no, puede haber otros mecanismos, como los préstamos bancarios, si es que los consigues. Entonces, lo importante es el exit. Es indispensable.
Tiene mucha seguridad en el sistema.
Todo esto lo hacemos con la metodología israelí, que ha demostrado un porcentaje muy alto de éxito, con un promedio de 112 exits anualmente. El método israelí es como un tren de alta velocidad, y queremos que la Región de Murcia se enganche a esa locomotora. No tenemos que crear un ecosistema desde cero, hay una referencia, que se llama Israel, que está a cuatro horas de aquí, que tiene la cultura mediterránea igual que tenemos aquí y que ofrece mucha experiencia y que para mí es fácil de replicar.
¿Está empezando a ver empresas que le gusten en Murcia?
Aquí hay empresas con muy buen talento. A alguna de ellas las he llevado a Israel a conocer a inversores, y alguno de estos inversores me ha dicho después “Isaac, lástima que sólo estén buscando una inversión de medio millón de euros”. Aquí en Murcia hay muy buen talento, solamente hay que ayudar a este buen talento a llegar a buen puerto.
Son muchas las empresas murcianas, como usted mencionaba, que han ido a Israel estos años. ¿Qué ocurre cuando están allí?
Cuando alguno de estos empresarios murcianos conoce empresas israelíes que son como la suya, y ve que han levantado rondas millonarias o han sido vendidas por 50, 100 o 200 M€, muchos de ellos dicen “yo también sé hacerlo”. Cambian su mentalidad. Ellos dicen “yo también puedo hacerlo, yo también tengo ese talento”. Todo el que viaja con nosotros a Israel luego acaba incorporando algo de lo que conoce allí a sus negocios.
¿Se han marcado sus propios KPIs en Zakut? ¿Objetivos?
Por supuesto tenemos nuestros KPI. Queremos empezar chequeando inicialmente entre 10 y 15 empresas para llevarlas de la mano. Luego, en la parte de formación, será mucho más amplio. También estamos manteniendo reuniones ya en todos los niveles e incluso tenemos empresas israelíes que ya están empezando a interesarse por trabajar en Murcia. Podemos convertir a Murcia en una puerta de entrada para las empresas israelíes a España primero y a Latinoamérica después.
Dos extremos de un mismo puente, como dijo López Miras en la presentación que celebraron en el Casino.
Conozco muy bien el ecosistema español. Llegué a España antes de este boom de innovación que actualmente vivimos. También conozco el ecosistema de Israel y he diseñado cómo engranar a los dos países. Muchos dicen, hay muchos artículos en los periódicos que así lo afirman, que el modelo israelí no se puede adaptar a España. Yo digo que sí se puede, que lo podemos y lo vamos a adaptar. Nosotros estamos comprometidos y sentimos que la Región de Murcia también lo está.
¿Se sienten complementarios al incipiente ecosistema que ya existe en la Región?
Si hubiésemos detectado que hay algo en Murcia similar a lo que proponemos, seguramente no hubiéramos empezado por aquí, hubiéramos ido a otro lugar. Empezamos en Murcia porque cumple todas las condiciones que buscamos. Por los contactos que he tenido durante los últimos años creemos que podemos llevar a Murcia al siguiente nivel, de la mano con el Gobierno y con el sector empresarial. Aquí hay proyectos muy buenos, que están buscando inversión pero que no tienen visibilidad. Los inversores internacionales no saben lo que se está haciendo en Murcia y cuando nosotros empecemos a presentar proyectos, muchos empezarán a preguntarse qué es Murcia, dónde queda y qué se está haciendo allí. Empezaremos a llamar la atención en todo el mundo.