BBVA obtuvo un beneficio atribuido de 3.001 millones de euros netos entre enero y junio de este ejercicio, un 57,1 % más que en el mismo periodo del año pasado, debido a los mayores ingresos procedentes de la actividad comercial y a las menores provisiones dotadas.
En un comunicado remitido hoy a la CNMV, el banco explica que esa cifra recoge gastos no recurrentes contabilizados en el semestre como los 201 millones de euros derivados de la compra de oficinas en España a Merlin o los 416 procedentes de BBVA USA y el resto de sociedades vendidas a PNC, junto con los costes netos del proceso de reestructuración.
Además, las cuentas se benefician de las menores necesidades de provisiones, que suman 112 millones de euros principalmente por las dotaciones para hacer frente a contingencias legales en España y se sitúan un 40,9% por debajo de las acumuladas un año antes.
La cartera de préstamos y anticipos a la clientela creció un 10,5% al cierre del semestre y se situó en 361.800 millones de euros, favorecida por la evolución de los préstamos a empresas en todas las áreas de negocio y, en menor medida, por el dinamismo de los préstamos a particulares, según el banco.
La morosidad del grupo se situó en el 3,7% frente al 4,2% de un año antes, con una cobertura para posibles insolvencias del 78%, ligeramente por encima del año pasado.
Los depósitos de la clientela crecieron un 11,3%, hasta 376.973 millones, lo que elevó los recursos totales de los clientes a 523.672 millones tras crecer más de un 9%.
En cuanto a la solvencia, el ratio CET1 "fully-loaded" del Grupo, que incluye todos los requerimientos de capital vigentes, se situó en el 12,45%, lo que permite mantener un amplio colchón frente al 8,60 % que se requiere a la entidad.
Los clientes digitales suponen ya un 71,4% del total y suman 45,5 millones, mientras que los clientes móviles suman 43,5 millones y suponen un 68,1% del total. Las ventas digitales representan el 76,7% del total en unidades vendidas.
En cuanto a las principales áreas de negocio, España obtuvo un resultado atribuido de 808 millones de euros, un 11,5% más, gracias al impulso de la actividad, a la mejora de la eficiencia y a los menores saneamientos contabilizados.