Clasol, de origen castellonense, que cuenta con producciones y un almacén de manipulado en Calasparra, y la cooperativa valenciana San Alfonso, se han unido para crear otro gigante hortofrutícola.
La nueva alianza centrará su innovador modelo de negocio en la producción de cítricos y fruta de hueso. Esta nueva entidad cuenta con cuatro centros de confección distribuidos en el territorio mediterráneo, 2.500 hectáreas de producción y más de 2.000 empleados
El resultado de la integración es un operador del sector hortofrutícola con capital 100% valenciano integrado verticalmente de origen a destino (cultivo, procesado, comercialización y transporte). La estrategia comercial se orientará a cadenas de alimentación, con un presupuesto de facturación para la campaña 2023/2024 superior a 120 millones de euros y suministro a más de 30 países.
El nuevo grupo empresarial tiene previsto realizar grandes inversiones en sus centros de confección y manipulado, así como en sus cultivos orientados principalmente a los cambios varietales para disponer de los productos con mayor demanda en el mercado a un precio competitivo.