sábado. 23.11.2024

Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 3.406,3 millones de euros en 2019, un 13% más, con unas inversiones de 8.158 millones de euros, que marcaron un récord, al incrementarse un 32 %, ha informado este miércoles la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

 

El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 10.104 millones de euros, un 8,1% más, impulsado por las actividades de redes y generación, y a pesar de haber registrado una de las menores producciones hidroeléctricas de los últimos años en el grupo, mientras que los ingresos aumentaron un 3,9 %, hasta los 36.437,9 millones de euros.

 

Con estos resultados, la retribución al accionista de 2019 creció un 14 % y se situó en 0,40 euros por acción, al proponer el consejo de administración a la junta de accionistas un dividendo complementario de 0,231 euros brutos por acción, que se suma al dividendo a cuenta de los resultados de 2019 de 0,168 euros brutos abonado el 5 de febrero.

 

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha dicho que los resultados reflejan la visión estratégica y la capacidad de ejecución de la compañía, que la han permitido anticiparse en veinte años a la actual transición energética, y que la compañía "demuestra año a año que su modelo de negocio sostenible crea valor para los accionistas, los empleados y la sociedad en su conjunto".

 

De cara a 2020, Iberdrola espera, gracias a unas inversiones de más de 10.000 millones de euros, que su beneficio crezca en la parte alta de un dígito, manteniendo una política de dividendos crecientes, y augura que ese ritmo de crecimiento se mantendrá en los ejercicios siguientes.

 

La compañía prevé invertir más de 10.000 millones de euros a lo largo de 2020, un 40 % más que la media de los últimos tres años, lo que se traducirá en hasta 4.000 nuevos megavatios (MW) de capacidad instalada, un 8 % más, y en un incremento de en torno al 4 % de la base de activos regulados.

 

En 2019 Iberdrola llevó a cabo desinversiones que le han permitido completar con antelación su plan de rotación de activos por importe 3.500 millones de euros para el periodo 2018-2022.

 

Además, ya en 2020 Iberdrola ha vendido su participación en Siemens Gamesa por 1.099,5 millones de euros, una operación que le ha reportado una plusvalía de 485 millones de euros.

 

Iberdrola hizo inversiones en 2019 por valor de 8.158 millones de euros, de las que un 44 % se destinaron a redes y un 41 % a renovables, lo que le permitió finalizar el año con 5.500 nuevos MW instalados (cinco veces la capacidad media anual instalada en los últimos ejercicios).

 

Por negocios, el de redes obtuvo en 2019 un ebitda de 5.262,2 millones de euros, un 7,1 % más, impulsado fundamentalmente por el buen comportamiento de Brasil y Reino Unido.

 

En el área de generación y clientes, el ebitda se incrementó un 21,1 % y superó los 2.468 millones de euros en 2019, gracias a la contribución de alrededor de 2,6 gigavatios (GW) de nueva capacidad de generación instalada en México durante el año, el aumento de la producción en España y la mejor evolución de las actividades de comercialización y servicios digitales.

 

Sin embargo, el ebitda del negocio de renovables cayó un 2,4 % respecto a 2018, pues la mayor producción eólica de la compañía en el mundo no pudo compensar totalmente la baja producción hidroeléctrica, especialmente en España.

 

La deuda financiera neta ajustada de Iberdrola al finalizar 2019 era de 37.769 millones de euros (un 10,4 % más), con un incremento de 3.620 millones respecto al año anterior, principalmente por la implementación de la norma contable IFRS 16, que ha supuesto 1.652 millones más y el fuerte proceso inversor. No obstante, el ratio deuda neta/ebida bajó una décima, al pasar de 3,7 veces en 2018 a 3,6 veces en 2019.

Iberdrola aumentó un 13% su beneficio en 2019, hasta los 3.406 millones